miércoles, 24 de junio de 2015

Cuando la vida golpea a los niños

  Hace unas horas vi una imagen que no me parecía muy importante. Un policía señalaba al cielo con una niña en sus brazos. Detrás había un coche accidentado.
 El titular decía algo asi como "la historía detrás de la foto". Ese policía señalaba a la niña en dirección contraria al coche donde la niña viajaba con su familia. El padre había fallecido en el acto y tanto su madre como sus hermanos estaban heridos.  Además de sostenerla, tal y como haría con su hija, le cantó una conocida canción infantil.

 Y digo tal y como haría con su hija porque es lo que ha declarado este policía americano, que tiene una hija  pequeña y le gustaría que alguien hiciese algo asi.

Ya he comentado en alguna ocasión que ser padre te cambia la vida en cada gesto, en cada pensamiento. Todos somos una persona, y en el minuto que nace tu hijo, tu vida ya no es la misma. Puedes huir, negarlo, sentir presión, pero esa persona te ha cambiado. Una de las cosas que cambias es el miedo, casi con tanta firmeza como la responsabilidad. Quizás no eras una persona especialmente miedosa, pero en el momento en el que nace tu hijo sientes que tienes que protegerle. Que darías la vida por él no es una frase hecha. Es un hecho.

Y una de las cosas de las que queremos protegerles es del daño. El dolor nos gustaría sentirlo a nosotros, que nuestros hijos no sufriesen. " No hay que ser padres blandos"... el que lo dice o bien no es padre, o bien tiene obligación de decirlo. No creo que ningún padre en su sano juicio diga "si, que mi hijo sufra". Es inevitable que sientan dolor físico, en eso consiste crecer, vivir. 
Pero hay un dolor más grande que el físico, el dolor del corazón, aquel que les hace sufrir de verdad. Y en esto, querido amigo, tampoco podemos protegerles. Podemos hacerles fuertes, porque  esa es nuestra misión. Pero nadie les puede ahorrar ninguno de los dos sentimientos, porque antes o después los pasarán y cuanto más aprendan a gestionarlo, más armas les demos, mejor parados saldrán. No sufrirán menos.

Yo creo que ese policía estaba dándole un "arma" para luchar contra lo que tenía detrás. Le estaba dando consuelo y ánimo para algo para lo que, seguramente, no será ni consciente aún. Ha perdido a su padre. 
La vida es dura, eso es así. A unos la vida les ha golpeado muchas veces. Otros parecen vivir una vida de cuento, pero realmente quizás no sepas cómo es su vida realmente. Nadie es tan "feliz" como para no haber sufrido.
Asi que cuando dicen que no hay que ser padres blandos, creo que tienen razón, sin con ello quieren que seamos conscientes de que nuestros hijos hay que hacerles fuertes (que no duros) frente a las adversidades de esta vida. Porque sufrirán si o si, pero si no les hemos enseñado a enfrentarse, comenterán errores, les generará una frustración insolventable y caerán en la desesperanza. 
Y siempre, siempre, hay que continuar adelante.