lunes, 6 de junio de 2016

Fidelidad y matrimonio

Ayer mi marido me envió un artículo un tanto desagradable. De esos que te da pereza leer. Me daba tanta pereza que solo lo leí por encima. 
Era de una mujer que había tomado la decisión de salir únicamente con hombres casados. Esta decisión estaba fundamentada en que, dado que siempre en sus relaciones le habían sido infieles sus parejas, pues saliendo con hombres casados, sabía a qué atenerse. 
Y luego lo archifamosa frase de "yo no soy infiel, ellos son los que están casados".
¿Entienden por qué me da pereza?.
Creo tanto que el hombre es infiel por naturaleza como que los hombres y las mujeres somos iguales.



Y una vez dicho esto les diré que no sólo estoy convencida de que mi marido es fiel. Es que estoy segura de que hay muchos hombres fieles. A mi no me valen teorías perentorias como que no te puedes fiar de tu marido, que si te fias es porque eres una verdadera ingenua.
Esto es como todo, puedes engañarte durante el noviazgo o conocimiento previo, pensando que si tu novio ha estado con 500 chicas antes que contigo, que incluso te reconoce haber sido infiel, contigo va  a ser distinto. Si, tanto como que si a tu novio le gusta zamparse una hamburguesa todas las noches estando contigo se va a volver vegano como tú. O que sea un completo desastre que deje todo tirado por ahí y no haga ni la cama y cuando comenceis vuestra vida en común va a salir de la cama de un salto y pornerse a limpiar y ordenar la casa como la magia de Mary Popins. 
El noviazgo es para conocerse, no engañarse. Si, podemos prometer que vamos a intentar cambiar, porque no nos engañemos, en el matrimonio estamos para ayudarnos a mejorar también, pero si vas bajo la premisa tener un hombre que no considera la fidelidad como algo importante para sembrar una familia, pues poca raiz vas a poder echar.

Luego hay otro tema. Si un matrimonio rompe su relación (sea por la razón que sea) sin haber hijos de por medio, es tremendo, rompes al menos una vida, pero ahí lo dejas. Si un matrimonio tiene hijos y se rompe, muy bien has de hacerlo para no cargarte la estabilidad de esos niños. Y si encima ha sido por una infidelidad de alguno de sus padres (no siempre es el padre), la sensación de abandono, desorientación e incoherencia que les queda a los niños es indescriptible. 
Mi madre siempre me decía que mi padre le decía "siempre te seré fiel porque te quiero, pero además...¿cómo podría mirar a mis hijos a la cara después?". 

"Es que a un hombre y a una mujer les gusta saber que siguen gustando, les gusta coquetear"- me decía hace tiempo un amigo, por supuesto soltero y buscando nueva novia después de haber tenido unas cuantas. Solo le dije que si juegas con fuego, te quemas. ¿Gustar? A mi con gustarle a mi marido en el sentido de atracción me vale .
Además, con el tiempo, ves un atractivo especial que está por encima del paso del tiempo y del paso del cuerpo joven que todos querríamos conservar. 



En esto de la fidelidad no hay más que buscar una persona que considere que la fidelidad no es una opción, es la realidad de una pareja, uno con una para siempre. Y no hay más doblez. ¿Cuesta no ser infiel? A mi no me cuesta nada, porque amo a mi marido, quizás más que cuando nos casamos. Para que no pueda pasar la infidelidad, existe la voluntad. La voluntad de ser fiel, de seguir queríendo y amando a esa persona aun cuando las cosas se pongan feas.

lunes, 16 de mayo de 2016

Mi tribu-familia


Hace unos días una "política" de mi país de uno de los partidos nuevos que se han creado en esta España mía, en un acto de elucubración mental, ha concluido que, el estilo de organización social que hay actualmente, lo que llamamos familia tradicional, no le gusta, y que ella tendría hijos en una tribu en el que "si pudiera formar parte de un grupo de personas que decidieran tener hijos e hijas en colectivo, creo que me satisfaría la idea". Esta mujer alegó también.. "la concepción de la maternidad o la paternidad no está tan individualizada, la concepción es que quien educa es la tribu y no hay este sentimiento de pertenencia de los hijos que has tenido a nivel biológico"  "tiende a convertir a las personas que tienen niños y niñas en muy conservadoras, porque quieres lo mejor para los tuyos, que son muy pocos, y a veces se entra en lógicas muy perversas".




La mayor parte de las personas que somos padres o madres (hay que decirlo así, porque esta es otra controversia que se está manteniendo en España), nos hemos dicho eso de "esta mujer no tiene hijos, ¿verdad?". 
Asmismo, una periodista española que tuvo un famoso programa, ha tenido la idea de filmar su embarazo y mientras, tratar los distintos tipos de embarazos que se pueden efectuar (inseminación artificial, vientra de alquiler, familias "poliamorosas", embarazo entre homosexuales)... Y yo que acabo de ser madre, siento una desazón tremenda.

Bien, pongamos que todos esos tipos de uniones fueran licitas, legales y óptimas para el buen desarrollo de los hijos.. Solo el tiempo lo dirá, pero mientras, estamos experimentando, no con gaseosa, sino con seres humanos, como si fuesen coballas. Y sinceramente, yo creo que si a alguno de estos personajes les hubiesemos preguntado si querrían cambiar su familia por alguna de estas cuando eran niños, o bien han tenido una familia rota, algún trauma infantil o sencillamente no han tenido familia de pequeños. 
Porque si me preguntasen a mi, les diría que por nada del mundo querría cambiar a mi familia. Es más, si pudiese, lo que me gustaría es no haber perdido a ningún miembro de mi familia en el camino.

Y si, es cierto, puede ser poco moderno, que parece que ahora lo antiguo no gusta. Pues me da igual. Quiero a mi padre, me enseñó cosas estupendas, tuve una relación excelente con él, al igual que con los demás miembros de mi familia, con las peleas, discusiones y enfados propios de una familia.  
Y la familia que he formado con mi marido, la considero la idónea para criar a nuestros hijos. No se me ocurre nada mejor. ¿Una tribu? Esta es mi tribu. Es mi nucleo. Siempre tuve mi hueco en mi familia, ese sentirte reconfortado, sentirme acogida, saber dónde ir y con quién hablar según lo necesitase. Y ahora lo tengo en mi nueva familia, sin dejar de lado la mia propia, porque solo he añadido miembros. 
Y mis hijos saben que tienen su casa, su familia, que aunque estén pasando malas épocas, siempre estaremos todos ahí. Saben que papá está para algunas cosas, mamá para otras, sus hermanos para otras y que siempre estaremos todos.
¿Quieres más? Vivimos rodeados de personas amigas, conocidas, vecinos... que en mayor o menor medida nos ayudamos, nos apreciamos y hacemos lo que podemos por los demás. 

No gracias, no quiero tu tribu, quiero una sociedad fácil, que tenga hijos dentro de un orden para que, siendo bebés ,sepan dónde está mamá, dónde está papá, su entorno, su hogar... Y los hogares que les son familiares.

Y ahora que tengo un bebé de nuevo en casa, lo revivo de manera directa.. mi hijo necesita en este momento más que nunca a su madre, su madre biológica, no una tribu. Si quisiera formar una tribu, sería un animal, ellos se crian en tribu pero ni aún entonces. Los bebés animales necesitan a su madre, a su padre, a su familia.



miércoles, 27 de abril de 2016

Big Bang casero

Y nació nuestro pequeñín. Ese niñito tan esperado y desado por toda la family llegó tranquilamente e hizo explotar todo lo que teníamos programada y semi ordenado en nuestra vida, en nuestras vidas.

Desde el primer momento ya prometió darnos días tranquilos y noches de juerga y algarabía. Pero no siempre es así. Hay dias que tampoco son buenos y noches todavía peores; días malos y noches buenas y días buenos y noches malas...pero un día así completito pues aún no lo hemos probado.
Asi que estamos el padre de la criatura y yo que andamos cuan zombies. Intentamos que nuestros hijos no vivan mucho cambio brusco en sus vidas por este angelito desorientado. Pero ellos están encantados con su nuevo juguete de carne y hueso.

El pequeño, bueno, ex-pequeño, tiene unos celos controlables. Según me dijo la pediatra los celos "sanos" no dan contra el hermano, sino contra los padres. Y asi es. Con su hermanito está encantado, le habla, le canta, le dice lo que le enseñará, le da achuchones, muuuchos achuchones. Le protege tanto que los primeros días no quería que le llevase al cole a recogerle. No entendía la razón hasta que me dijo "mami no quiero que llore y una profesora le regañe, o que un niño le peque". Casi me lo como a bocados. 
Le veía tan pequeñito e indefenso que pensaba que le harían daño, de hecho estaba muy preocupado, tenía una cara constante de preocupación por él. Le hubiese metido en una urna de cristal si hubiese podido para protegerle de todo mal. Le explicamos que papá y mamá le protegerían y que los bebés aunque parezcan muy débiles, son muy fuertes, tienen un instinto de supervivencia digno del hombretón más fuerte. Pero conmigo particularmente me dice cosas como "te voy a pegar con la espada", de repente hace cosas irracionales como tirar todos los cojines del salón porque le he dicho que recoja sus juguetes y lo hace con cara de molote. Todo es cuestion de tener calma, paciencia y tratarle con mucho cariño porque el pobre ya no tiene todo el tiempo. 
Es algo irremediable, sobre todo cuando se tiene un bebé que requiere más atención de lo que él necesitaba (tiene cólicos del lactante, a veces durante el día).

Los otros chicotes lo viven de diferente forma. Nuestro happy está todo el rato que puede atosigandole-dándole besos... Bueno, dice que es el mejor regalo que le podíamos haber hecho. No sé si envolverselo para regalo de comunión. Y el mayor ya se vé más mayor y coje al niño con una soltura que da pánico "la cabezaaa". y además aprovecha la mínima para cogerle en brazos.

Pero la vida no da para más. Si antes podía hacer dos cosas a la vez, he descubierto que tres ya no puedo; que puedo sujetar el bibe con la barbilla y dar de comer a otro, que puedo barrer con una mano y coger al canijillo en brazos, pero a tres no llego. 
También he descubierto que los foulares para llevar al bebé son muy molones para madres que no dan a basto, pero que mejor si mi marido llega para ayudarme por la tarde porque realmente ya no me da la vida ni para hacer cenas y duchar niños.  
Yo le llamo "adecuación al medio". Y está durando más de lo deseable, y mi familia y mi marido están tendiendo dosis de paciencia conmigo. Sobre todo mi madre.

Y es que para ayudar a esa adecuación al medio alguien decidió robarnos mi coche. Si, había superado el parto, el post parto, el anterior embarazo con mini reformas en casa, que mi marido se rompiese un pie y tener que sustituirle en las llevadas y traidas del cole y en tener un marido medio "lisiadillo"... pero aquí ya exploté y tuve que desalojar en forma de lágrimas. Era la gotica que salió del vaso. ¿Por qué capullo ladrón de coches, tenías que robar mi coche, tan guarro, tan sucio, tan vivido y sobre todo tan útil para el transporte escolar?. ¿No tienes otra persona más adecuada, con esos cochazos tan lujosos aparcados por ahí?. No, tuvo que ser el mio.

Pero bueno, todo pasa por algo y ese algo lo entenderé y me reiré incluso.


domingo, 28 de febrero de 2016

VUELTA A EMPEZAR



Hace tiempo que dejé de escribir en el blog porque, la verdad, no tenía nada interesante que escribir. Y porque vamos a ser papás de nuevo, si todo va bien, dentro de poco.

Pobrecito mio, que el bebé no tiene nada que ver, no he tenido un embarazo tan bueno. El pobre mio ha debido saber que aqui ya había mucho follón como para dar la lata él. Pero es un embarazo a fin de cuentas. Y con los otros tres no se puede pedir tiempo muerto. Me refiero a que se sigue manchando la casa, los niños quieren seguir comiendo sus dos comidas fuertes y las tres más ligeras...¡ni una de ellas me la perdonan!. Y mi marido el pobre, pues haciendo lo que humanamente puede (y hasta algo cosas un poco inhumanas) por ayudar en lo posible, pero con su trabajo pues ya tiene bastante. Y lo hablábamos ayer, que él siempre pone por delante a su familia, pero que muchos son los que no hacen lo mismo en su trabajo.

Pues que espero poder seguir escribiendo aqui sobre lo que se me va pasando por la cabeza, que tengo suerte de que el embarazo vaya bien y mis hijos también, pero que mucho no da la vida, porque volvemos a empezar con todo lo que ello implica, y esto es una caja de sorpresas, lo mismo nos toca un santo como un santo emvuelto en papel de estraza que hay que ir limando.

Buenas noches.