martes, 2 de abril de 2019

Tu hijo necesita que le demuestres que le quieres.


Quizás te extrañe el titulo de esta entrada en el blog. Quizás solo te extraña que haya vuelto.

Han sido 3 años de torbellino. Con nombre y apellidos. 

Pero a lo que iba: tú hijo necesita que le demuestres que le quieres. 
No importa la edad, aunque hay edades críticas, como la adolescencia.
¿Y cómo lo sé?. No, no es que me lo hayan dicho ellos. Ni siquiera ellos son conscientes de que es eso lo que necesitan. A menudo es hasta complicado saber cómo ellos necesitan saber que les quieres. 

Lo sé porque cuando me lo dicen más de dos personas de diferentes ámbitos de mi vida, y además, pasa algo por lo que uno de tu hijos cambia su forma de comportarse, pues creo que tengo razones para pensar que es necesario contarlo.

Tenemos un hijo de 14 años. Muy adolescente él. De esos adolescentes que tú ves el listado de "¿es su hijo adolescente?" y cumple 49 de los 50 rasgos que "hipotéticamente" deberían tener.
Pues en esa vorágine de sentimientos, caos, gritos, peleas, lucha de egos, mi hijo se puso malo. Malo, pero de 39 de fiebre durante esa semana. Y claro, ahí nos volcamos toda la familia a cuidarle y curarle.

Su padre tenia que venir antes del trabajo y trabajar desde casa para que yo pudiese ir a buscar a los otros al cole; el peque se tenia que quedar "encerrado" en casa mucho rato, pero no estar cerca de su hermano. Finalmente se complicó y hubo que ingresarlo por neumonía. Y ahí estuvo su papá, dia y noche junto a él. Sin hablarle apenas, pues estaba muy tirado, pero vigilando de cerca que los médicos y enfermeros pudiesen curarle.

Estuvo tan pegado que él tambien acabó con una neumonía (más leve, gracias a Dios), pero neumonía.
El caso es que cuando volvió a casa, mi hijo  estaba como más feliz. Como encantado con su padre. Sólo nos preguntó si podía haberse quedado solo en el hospital. Un tío más alto que un castillo, nos preguntaba si podíamos haberle dejado solo. "Pues hombre, había otro chico como tú en otra habitación que estaba solo. Aunque sois menores es posible que algunas horas si hubieseis podido estar solos".
No preguntó más.


                                                              Resultado de imagen de hijo abrazando a su papi dibujos 

Por supuesto, como me temía, ese comportamiento, ha acabado. Imagino que porque necesita llenar de nuevo su depósito de "es cierto que me quereis".

"Pero un padre siempre quiere a sus hijos"- me diréis algunos. Por desgracia, no siempre.

Pero si, los padre normales, queremos, adoramos a nuestros hijos. Y básicamente hacemos casi todo durante el dia por ellos. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, incluso cuando no dormimos lo hacemos por ellos. Y lo hacemos siempre, aunque seamos viejitos.
Observa a tus padres, si tienes la dicha de tenerles aún cerca, siguen haciendo cosas por tí y por tus hijos que, por ende, son sus nietos.

Lo que sudece es a ellos no les vale lo común, lo diario, lo normal.

Tampoco necesitan, ni mucho menos, que les lleves a Eurodisney o al cine para demostrarles que le quieres. 
De hecho, aquello que ellos necesitan no se compra, no se paga y no sabes qué será. No puedes predecirlo ni prepararlo.
Sólo hay que escucharles, mirarles a los ojos y seguir tu instinto y tu corazón.

Hoy por ejemplo, mi hijo de 7 años se me ha acercado al baño, 5 minutos antes de salir para el cole, con la tartera ya preparada y la mochila, y con los ojazos llenos de ilusion me ha dicho "mami, que quiero venir otra vez a comer a casa entre semana, que ya no me quedo al comedor, prefiero venir a casa  a comer y jugar a la peonza". Tras el shock mio y de mi marido, que observaba la escena agobiado, he intuido que habia alguna razón por la que, de momento, hoy, no se quería quedar al cole a comer. Asi que mientras averiguo la razón, de momento hoy, me voy a por él.
Claro, ya ando un poco liada, agobiada e intentando descifrar la cabecita de mi hijo.

Buenos dias.


             Resultado de imagen de familia observando paisaje



lunes, 6 de junio de 2016

Fidelidad y matrimonio

Ayer mi marido me envió un artículo un tanto desagradable. De esos que te da pereza leer. Me daba tanta pereza que solo lo leí por encima. 
Era de una mujer que había tomado la decisión de salir únicamente con hombres casados. Esta decisión estaba fundamentada en que, dado que siempre en sus relaciones le habían sido infieles sus parejas, pues saliendo con hombres casados, sabía a qué atenerse. 
Y luego lo archifamosa frase de "yo no soy infiel, ellos son los que están casados".
¿Entienden por qué me da pereza?.
Creo tanto que el hombre es infiel por naturaleza como que los hombres y las mujeres somos iguales.



Y una vez dicho esto les diré que no sólo estoy convencida de que mi marido es fiel. Es que estoy segura de que hay muchos hombres fieles. A mi no me valen teorías perentorias como que no te puedes fiar de tu marido, que si te fias es porque eres una verdadera ingenua.
Esto es como todo, puedes engañarte durante el noviazgo o conocimiento previo, pensando que si tu novio ha estado con 500 chicas antes que contigo, que incluso te reconoce haber sido infiel, contigo va  a ser distinto. Si, tanto como que si a tu novio le gusta zamparse una hamburguesa todas las noches estando contigo se va a volver vegano como tú. O que sea un completo desastre que deje todo tirado por ahí y no haga ni la cama y cuando comenceis vuestra vida en común va a salir de la cama de un salto y pornerse a limpiar y ordenar la casa como la magia de Mary Popins. 
El noviazgo es para conocerse, no engañarse. Si, podemos prometer que vamos a intentar cambiar, porque no nos engañemos, en el matrimonio estamos para ayudarnos a mejorar también, pero si vas bajo la premisa tener un hombre que no considera la fidelidad como algo importante para sembrar una familia, pues poca raiz vas a poder echar.

Luego hay otro tema. Si un matrimonio rompe su relación (sea por la razón que sea) sin haber hijos de por medio, es tremendo, rompes al menos una vida, pero ahí lo dejas. Si un matrimonio tiene hijos y se rompe, muy bien has de hacerlo para no cargarte la estabilidad de esos niños. Y si encima ha sido por una infidelidad de alguno de sus padres (no siempre es el padre), la sensación de abandono, desorientación e incoherencia que les queda a los niños es indescriptible. 
Mi madre siempre me decía que mi padre le decía "siempre te seré fiel porque te quiero, pero además...¿cómo podría mirar a mis hijos a la cara después?". 

"Es que a un hombre y a una mujer les gusta saber que siguen gustando, les gusta coquetear"- me decía hace tiempo un amigo, por supuesto soltero y buscando nueva novia después de haber tenido unas cuantas. Solo le dije que si juegas con fuego, te quemas. ¿Gustar? A mi con gustarle a mi marido en el sentido de atracción me vale .
Además, con el tiempo, ves un atractivo especial que está por encima del paso del tiempo y del paso del cuerpo joven que todos querríamos conservar. 



En esto de la fidelidad no hay más que buscar una persona que considere que la fidelidad no es una opción, es la realidad de una pareja, uno con una para siempre. Y no hay más doblez. ¿Cuesta no ser infiel? A mi no me cuesta nada, porque amo a mi marido, quizás más que cuando nos casamos. Para que no pueda pasar la infidelidad, existe la voluntad. La voluntad de ser fiel, de seguir queríendo y amando a esa persona aun cuando las cosas se pongan feas.

lunes, 16 de mayo de 2016

Mi tribu-familia


Hace unos días una "política" de mi país de uno de los partidos nuevos que se han creado en esta España mía, en un acto de elucubración mental, ha concluido que, el estilo de organización social que hay actualmente, lo que llamamos familia tradicional, no le gusta, y que ella tendría hijos en una tribu en el que "si pudiera formar parte de un grupo de personas que decidieran tener hijos e hijas en colectivo, creo que me satisfaría la idea". Esta mujer alegó también.. "la concepción de la maternidad o la paternidad no está tan individualizada, la concepción es que quien educa es la tribu y no hay este sentimiento de pertenencia de los hijos que has tenido a nivel biológico"  "tiende a convertir a las personas que tienen niños y niñas en muy conservadoras, porque quieres lo mejor para los tuyos, que son muy pocos, y a veces se entra en lógicas muy perversas".




La mayor parte de las personas que somos padres o madres (hay que decirlo así, porque esta es otra controversia que se está manteniendo en España), nos hemos dicho eso de "esta mujer no tiene hijos, ¿verdad?". 
Asmismo, una periodista española que tuvo un famoso programa, ha tenido la idea de filmar su embarazo y mientras, tratar los distintos tipos de embarazos que se pueden efectuar (inseminación artificial, vientra de alquiler, familias "poliamorosas", embarazo entre homosexuales)... Y yo que acabo de ser madre, siento una desazón tremenda.

Bien, pongamos que todos esos tipos de uniones fueran licitas, legales y óptimas para el buen desarrollo de los hijos.. Solo el tiempo lo dirá, pero mientras, estamos experimentando, no con gaseosa, sino con seres humanos, como si fuesen coballas. Y sinceramente, yo creo que si a alguno de estos personajes les hubiesemos preguntado si querrían cambiar su familia por alguna de estas cuando eran niños, o bien han tenido una familia rota, algún trauma infantil o sencillamente no han tenido familia de pequeños. 
Porque si me preguntasen a mi, les diría que por nada del mundo querría cambiar a mi familia. Es más, si pudiese, lo que me gustaría es no haber perdido a ningún miembro de mi familia en el camino.

Y si, es cierto, puede ser poco moderno, que parece que ahora lo antiguo no gusta. Pues me da igual. Quiero a mi padre, me enseñó cosas estupendas, tuve una relación excelente con él, al igual que con los demás miembros de mi familia, con las peleas, discusiones y enfados propios de una familia.  
Y la familia que he formado con mi marido, la considero la idónea para criar a nuestros hijos. No se me ocurre nada mejor. ¿Una tribu? Esta es mi tribu. Es mi nucleo. Siempre tuve mi hueco en mi familia, ese sentirte reconfortado, sentirme acogida, saber dónde ir y con quién hablar según lo necesitase. Y ahora lo tengo en mi nueva familia, sin dejar de lado la mia propia, porque solo he añadido miembros. 
Y mis hijos saben que tienen su casa, su familia, que aunque estén pasando malas épocas, siempre estaremos todos ahí. Saben que papá está para algunas cosas, mamá para otras, sus hermanos para otras y que siempre estaremos todos.
¿Quieres más? Vivimos rodeados de personas amigas, conocidas, vecinos... que en mayor o menor medida nos ayudamos, nos apreciamos y hacemos lo que podemos por los demás. 

No gracias, no quiero tu tribu, quiero una sociedad fácil, que tenga hijos dentro de un orden para que, siendo bebés ,sepan dónde está mamá, dónde está papá, su entorno, su hogar... Y los hogares que les son familiares.

Y ahora que tengo un bebé de nuevo en casa, lo revivo de manera directa.. mi hijo necesita en este momento más que nunca a su madre, su madre biológica, no una tribu. Si quisiera formar una tribu, sería un animal, ellos se crian en tribu pero ni aún entonces. Los bebés animales necesitan a su madre, a su padre, a su familia.



miércoles, 27 de abril de 2016

Big Bang casero

Y nació nuestro pequeñín. Ese niñito tan esperado y desado por toda la family llegó tranquilamente e hizo explotar todo lo que teníamos programada y semi ordenado en nuestra vida, en nuestras vidas.

Desde el primer momento ya prometió darnos días tranquilos y noches de juerga y algarabía. Pero no siempre es así. Hay dias que tampoco son buenos y noches todavía peores; días malos y noches buenas y días buenos y noches malas...pero un día así completito pues aún no lo hemos probado.
Asi que estamos el padre de la criatura y yo que andamos cuan zombies. Intentamos que nuestros hijos no vivan mucho cambio brusco en sus vidas por este angelito desorientado. Pero ellos están encantados con su nuevo juguete de carne y hueso.

El pequeño, bueno, ex-pequeño, tiene unos celos controlables. Según me dijo la pediatra los celos "sanos" no dan contra el hermano, sino contra los padres. Y asi es. Con su hermanito está encantado, le habla, le canta, le dice lo que le enseñará, le da achuchones, muuuchos achuchones. Le protege tanto que los primeros días no quería que le llevase al cole a recogerle. No entendía la razón hasta que me dijo "mami no quiero que llore y una profesora le regañe, o que un niño le peque". Casi me lo como a bocados. 
Le veía tan pequeñito e indefenso que pensaba que le harían daño, de hecho estaba muy preocupado, tenía una cara constante de preocupación por él. Le hubiese metido en una urna de cristal si hubiese podido para protegerle de todo mal. Le explicamos que papá y mamá le protegerían y que los bebés aunque parezcan muy débiles, son muy fuertes, tienen un instinto de supervivencia digno del hombretón más fuerte. Pero conmigo particularmente me dice cosas como "te voy a pegar con la espada", de repente hace cosas irracionales como tirar todos los cojines del salón porque le he dicho que recoja sus juguetes y lo hace con cara de molote. Todo es cuestion de tener calma, paciencia y tratarle con mucho cariño porque el pobre ya no tiene todo el tiempo. 
Es algo irremediable, sobre todo cuando se tiene un bebé que requiere más atención de lo que él necesitaba (tiene cólicos del lactante, a veces durante el día).

Los otros chicotes lo viven de diferente forma. Nuestro happy está todo el rato que puede atosigandole-dándole besos... Bueno, dice que es el mejor regalo que le podíamos haber hecho. No sé si envolverselo para regalo de comunión. Y el mayor ya se vé más mayor y coje al niño con una soltura que da pánico "la cabezaaa". y además aprovecha la mínima para cogerle en brazos.

Pero la vida no da para más. Si antes podía hacer dos cosas a la vez, he descubierto que tres ya no puedo; que puedo sujetar el bibe con la barbilla y dar de comer a otro, que puedo barrer con una mano y coger al canijillo en brazos, pero a tres no llego. 
También he descubierto que los foulares para llevar al bebé son muy molones para madres que no dan a basto, pero que mejor si mi marido llega para ayudarme por la tarde porque realmente ya no me da la vida ni para hacer cenas y duchar niños.  
Yo le llamo "adecuación al medio". Y está durando más de lo deseable, y mi familia y mi marido están tendiendo dosis de paciencia conmigo. Sobre todo mi madre.

Y es que para ayudar a esa adecuación al medio alguien decidió robarnos mi coche. Si, había superado el parto, el post parto, el anterior embarazo con mini reformas en casa, que mi marido se rompiese un pie y tener que sustituirle en las llevadas y traidas del cole y en tener un marido medio "lisiadillo"... pero aquí ya exploté y tuve que desalojar en forma de lágrimas. Era la gotica que salió del vaso. ¿Por qué capullo ladrón de coches, tenías que robar mi coche, tan guarro, tan sucio, tan vivido y sobre todo tan útil para el transporte escolar?. ¿No tienes otra persona más adecuada, con esos cochazos tan lujosos aparcados por ahí?. No, tuvo que ser el mio.

Pero bueno, todo pasa por algo y ese algo lo entenderé y me reiré incluso.


domingo, 28 de febrero de 2016

VUELTA A EMPEZAR



Hace tiempo que dejé de escribir en el blog porque, la verdad, no tenía nada interesante que escribir. Y porque vamos a ser papás de nuevo, si todo va bien, dentro de poco.

Pobrecito mio, que el bebé no tiene nada que ver, no he tenido un embarazo tan bueno. El pobre mio ha debido saber que aqui ya había mucho follón como para dar la lata él. Pero es un embarazo a fin de cuentas. Y con los otros tres no se puede pedir tiempo muerto. Me refiero a que se sigue manchando la casa, los niños quieren seguir comiendo sus dos comidas fuertes y las tres más ligeras...¡ni una de ellas me la perdonan!. Y mi marido el pobre, pues haciendo lo que humanamente puede (y hasta algo cosas un poco inhumanas) por ayudar en lo posible, pero con su trabajo pues ya tiene bastante. Y lo hablábamos ayer, que él siempre pone por delante a su familia, pero que muchos son los que no hacen lo mismo en su trabajo.

Pues que espero poder seguir escribiendo aqui sobre lo que se me va pasando por la cabeza, que tengo suerte de que el embarazo vaya bien y mis hijos también, pero que mucho no da la vida, porque volvemos a empezar con todo lo que ello implica, y esto es una caja de sorpresas, lo mismo nos toca un santo como un santo emvuelto en papel de estraza que hay que ir limando.

Buenas noches.


lunes, 17 de agosto de 2015

Madres "youtuberas", "vlogueras" y madres de carne y canas.


Estamos cambiando nuestras vidas. Hace muy poco tiempo, si queríamos ver a otras madres, veíamos a nuestras amigas, hermanas, primas, cuñadas... Veíamos películas en las que la realidad era distorsionada para bien, o para mal. Ysi queríamos ver una realidad sobre la maternidad tan distorsionada como los rostros de las protagonistas, comprábamos una revista y veíamos a los ricos, famosos y/o pupulares en sus vacaciones, sus navidades y los primeros días de cole de sus retoños (que eran las fechas más señaladas para encontrarnos con esas madres). 

Pero hoy en día, Youtube, los blogs e internet han puesto de moda a madres más cercanas. Las madres vlogueras ( que hacen lo que comunmente llamamos video blog, es decir un blog en video, por lo general el famoso Youtube) nos muestras desde sus compras semanales en el hiper, hasta como teñirse las canas o su viaje desde al Benidorm más cercano, hasta las islas Fidji con su prole (lo que antaño eran las vacaciones de Julio Iglesias). 

Me reconozco casi adicta a este tipo de videos. Me encanta ver este tipo de videos. De otras familias. Pero de un tiempo a esta parte estoy francanmente desilusionada. No sé si es porque para mi ya no es novedad, o porque cada vez lo veo más alejado a mi dia a día.


 O quizás sea porque esas "vloguer mamás" cada vez se han especializado más y con ellos han perdido parte de su "chispa". Obviamente no todas (intento no meter a todos en el mismo saco, corro el peligro de acabar en el saco).



Por un lado, entiendo que algunas madres quieran sacar a sus hijos en sus videos. La mayoría son adorables, o eso parece. 

Yo, como ya dije en alguna ocasión, soy partidaria de dejar a los hijos al margen del mercado internaútico. Como mucho envío fotos a mi familia por whatsapp y pare usted de contar.

 Los niños son menores y como tal hemos de protegerlos. Pero también entiendo que es un reclamo para esas mamis y que además son aquello en lo que ocupan su vida (como yo y como cualquier madre). No por ello son peores o mejores madres, ni mucho menos. Pero claro, al emitir imágenes de sus hijos, se crea el fenómeno fan entre jovencitos y jovencitas que ven a chicos de su edad y se sienten más o menos identificados. Y por otro lado, aquellos que los vemos, tenemos las ganas irremediables de comentar. 

Por otro lado, parece que pierden esa "frescura" que antaño tenían cuando el mundo Youtube entra en su vida. Youtube es una empresa, y como tal, cuantos más visionados, suscriptores y demás tenga un canal, más buscará su satisfacción.


Y es comprensible por ambas partes. A nadie le amarga que le paguen por algo que empezó siendo su hobby. Pero claro ( y digo sin conocer el acuerdo económico al que se llega, porque repito, ni soy ni quiero ser mami videoblogguer), el tener un contrato obligará a "subir" determinados videos  en determinado tiempo y eso debe ser un rollo. Una cosa es grabar cuando te apetezca, cuando te venga bien o cuando vayas a hacer algo especial y otra es grabar porque hay que trabajar. 



Y pierden frescura, repito, no todos, porque los niños, como niños son naturales, pero si están constantemente siendro grabados, los niños (seamos sinceros, las niñas especialmente que el mundo del famoseo les va mucho más), se convierten en miniestrellas. 

La mayoría de estas mamis están casi siempre ideales, maquilladas, con tipos esculpidos con cincel, pero gracias a la vida, hay madres de carne y hueso, con su ojeras, sus mollitas y sus canas al aire porque no les da tiempo a tenirse, he de decir, las menos. Me gustaría ver una mujer de Botero grabando videos, la verdad.


 

Algunos padres comenten el "error" de reir las patochadas de sus hijos cuando lo que deberían hacer es corregirles. Simplemente porque es gracioso. Una cosa es que te rías porque tu niño diga o haga alguna inconveniencia de esas que tus niños sueltan por la calle y no puedes evitar reirte y cuando puedes dejar de reirte (obviamente mientras tu despistado niño no te vea), le ragañas, porque consideras que debes hacerlo como padre/madre que eres. Y otra es grabarlo, emitirlo y encima reirte. La educación está por encima de la exposición pública.
Los partos es otra cosa que considero deberían quedar guardadas en la retina del padre y la madre, ni siquiera han de revivirlo con posterioridad, no es necesario, hay cosas que no se olvidan y no hay que recordar incesantemente. Pero eso es algo personal. 

Por último, las madres (sé que repito  mucho lo de madres, pero los padres, suelen ser sólo copartícipes de este estilo de videos, da igual que sea en Venezuela, España, México o USA, suelen hablar a la cámara y mostrar sus vidas como si le hablasen a una amiga, lo cual está bien. Pero no sé si es del todo sano. Es cierto, que gracias a las redes sociales, se comunican con sus seguidores y seguidoras, algunas contestan, la mayoría, porqué no decirlo, no contestan (cuan dívas del celuloide). Pero qué pasaría si Youtube desapareciese, o gestionase su empresa de otro modo. Para algunos adolescentes "fans" sería una pena, pero claro, enseguira quitarían la pena con otro tipo de famosete. Pero y para esas madres que viven su vida tan intensamente en las redes. Espero que su pérdida no suponga más que un poco más de tiempo libre.



miércoles, 24 de junio de 2015

Cuando la vida golpea a los niños

  Hace unas horas vi una imagen que no me parecía muy importante. Un policía señalaba al cielo con una niña en sus brazos. Detrás había un coche accidentado.
 El titular decía algo asi como "la historía detrás de la foto". Ese policía señalaba a la niña en dirección contraria al coche donde la niña viajaba con su familia. El padre había fallecido en el acto y tanto su madre como sus hermanos estaban heridos.  Además de sostenerla, tal y como haría con su hija, le cantó una conocida canción infantil.

 Y digo tal y como haría con su hija porque es lo que ha declarado este policía americano, que tiene una hija  pequeña y le gustaría que alguien hiciese algo asi.

Ya he comentado en alguna ocasión que ser padre te cambia la vida en cada gesto, en cada pensamiento. Todos somos una persona, y en el minuto que nace tu hijo, tu vida ya no es la misma. Puedes huir, negarlo, sentir presión, pero esa persona te ha cambiado. Una de las cosas que cambias es el miedo, casi con tanta firmeza como la responsabilidad. Quizás no eras una persona especialmente miedosa, pero en el momento en el que nace tu hijo sientes que tienes que protegerle. Que darías la vida por él no es una frase hecha. Es un hecho.

Y una de las cosas de las que queremos protegerles es del daño. El dolor nos gustaría sentirlo a nosotros, que nuestros hijos no sufriesen. " No hay que ser padres blandos"... el que lo dice o bien no es padre, o bien tiene obligación de decirlo. No creo que ningún padre en su sano juicio diga "si, que mi hijo sufra". Es inevitable que sientan dolor físico, en eso consiste crecer, vivir. 
Pero hay un dolor más grande que el físico, el dolor del corazón, aquel que les hace sufrir de verdad. Y en esto, querido amigo, tampoco podemos protegerles. Podemos hacerles fuertes, porque  esa es nuestra misión. Pero nadie les puede ahorrar ninguno de los dos sentimientos, porque antes o después los pasarán y cuanto más aprendan a gestionarlo, más armas les demos, mejor parados saldrán. No sufrirán menos.

Yo creo que ese policía estaba dándole un "arma" para luchar contra lo que tenía detrás. Le estaba dando consuelo y ánimo para algo para lo que, seguramente, no será ni consciente aún. Ha perdido a su padre. 
La vida es dura, eso es así. A unos la vida les ha golpeado muchas veces. Otros parecen vivir una vida de cuento, pero realmente quizás no sepas cómo es su vida realmente. Nadie es tan "feliz" como para no haber sufrido.
Asi que cuando dicen que no hay que ser padres blandos, creo que tienen razón, sin con ello quieren que seamos conscientes de que nuestros hijos hay que hacerles fuertes (que no duros) frente a las adversidades de esta vida. Porque sufrirán si o si, pero si no les hemos enseñado a enfrentarse, comenterán errores, les generará una frustración insolventable y caerán en la desesperanza. 
Y siempre, siempre, hay que continuar adelante.